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La meningitis bacteriana, una de las causas de pérdida auditiva en niños

Los niños que han padecido meningitis tienen más probabilidades de tener una discapacidad auditiva en comparación con otros niños. Esto convierte a la meningitis en una de las causas principales de la pérdida de audición tras el nacimiento. Algunos estudios indican que aproximadamente el 10% de los niños que sobreviven a la meningitis en países desarrollados padecerán una pérdida de audición permanente. Aunque la pérdida auditiva que se desarrolla a causa de la meningitis también puede ser temporal.

Para ampliar información, nos ponemos en contacto con el Centro de Servicios de Salud Stamboulian en Buenos Aires, donde el Dr. Pablo Elmassian, médico infectólogo, atiende nuestras preguntas.Pablo Elmassian

Médico Infectólogo en Stamboulian Servicios de Salud

La meningitis bacteriana se describe como un proceso inflamatorio del espacio subaracnoideo y de las leptomeninges que envuelven tanto la médula espinal como el encéfalo. Se trata de una infección poco frecuente, pero muy grave ya que genera una alta morbimortalidad.

Las manifestaciones clínicas de la meningitis dependen de la edad del niño; cuanto más pequeño es el paciente, más difícil es identificar la enfermedad.

  • En el lactante, pueden presentarse rechazo al alimento, somnolencia, y hasta convulsiones en un tercio de los pacientes. Los signos específicos de compromiso del sistema nervioso central, como la fontanela abombada y los signos meníngeos, son de aparición tardía e infrecuente.
  • En los niños mayores la meningitis bacteriana suele manifestarse con fiebre, vómitos, cefalea y decaimiento, y es más frecuente el hallazgo de rigidez de nuca y otros signos de irritación meníngea.

A pesar de la identificación precoz del cuadro clínico, el tratamiento antibiótico y el sostén adecuado de los pacientes con meningitis bacteriana, la mortalidad de la enfermedad es elevada y los que sobreviven presentan una alta tasa de secuelas neurológicas. Estas pueden ser mínimas, como hipoacusia leve, o graves como sordera neurosensorial, retraso mental e inclusive necrosis de tejidos que pueden requerir amputaciones.

Los principales agentes etiológicos son Haemophilus influenzae serotipo bStreptococcus pneumoniae y Neisseria meningitidis.

Vacunas

Mundialmente se observa una disminución de los casos de meningitis bacteriana a partir del uso universal de vacunas conjugadas.

  • La vacuna conjugada para H. influenzae b fue la primera en estar disponible en Argentina y en incorporarse al calendario oficial de vacunación en el año 1998. En los países que adoptaron esta estrategia para su calendario de inmunizaciones, se observó un gran impacto en la disminución de infecciones invasivas por H. influenzae b.
  • La vacuna conjugada para neumococo surgió en los primeros años de este siglo como una herramienta para disminuir la infección invasiva por S. pneumoniae. En Argentina se incorporó en 2011 la vacunación obligatoria con vacuna conjugada para 13 serotipos de neumococos en menores de 2 años, y más recientemente se agregó la vacuna conjugada para cuatro serogrupos de N. meningitidis. A partir de todas estas innovaciones, la frecuencia de meningitis bacteriana en menores de 5 años ha disminuido en los últimos años en Argentina.

N. meningitidis ha tomado en los últimos años un papel predominante en la epidemiología de las meningitis en nuestro país, ya que se registró un aumento de los casos por N. meningitidis serotipo W135 a partir del año 2007. La vacuna que se aplica desde 2017 rutinariamente a los menores de 2 años, confiere inmunidad para los serotipos A, C, Y, y W135. Según el último informe regional SIREVA de la Organización Panamericana de la Salud del año 2104, el 52% de N. meningitidis identificados en infecciones invasivas en nuestro país de menores de 15 años pertenecieron al serotipo B y el 43% al W135. Este último serotipo está incluído en la vacuna cuadrivalente incorporada al calendario obligatorio de vacunación. En tanto la vacuna disponible para el serotipo B, hasta el momento no se ha incorporado de manera obligatoria al calendario de vacunación.

Mecanismo de producción de la hipoacusia asociado a las meningitis bacterianas 

La laberintitis osificante es la causa más frecuente de sordera adquirida en la infancia  y es una de las complicaciones más temibles de la meningitis bacterianas en los niños. El laberinto óseo es la cápsula de hueso que contiene en su interior al laberinto membranoso, que se encuentra relleno de un líquido llamado endolinfa. Separando el laberinto óseo del membranoso se encuentra la perilinfa, que comunica directamente con el líquido subaracnoideo cerebral a través del acueducto coclear, y es a través de esa vía por la que las infecciones de las meninges pueden alcanzar el laberinto. La laberintis es una inflamación supurada del laberinto en el oído interno que puede conducir rápidamente a la fibrosis y osificación de la luz de la cóclea y el sistema vestibular, provocando gran pérdida de audición.

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